Y antes de que el titulo de este post se convierta en inspiración de albur déjenme explicarles a que me refiero, justo acabo de regresar de la tintorería y con una nota por varios cientos de pesos. Como no me gusta mucho planchar pago por ello y en especial en tiempo de verano cuando las prendas son delgadas y mas propensas a arrugarse. En estas ultimas semanas podría haberme comprado un nuevo outfit con todo lo que he gastado en planchaduría y tintorería. La lección es que hay que aprender a ver las etiquetas de lavado ANTES de comprar una pieza, por ejemplo: pague 90 pesos por el lavado en seco de un saco, esto se agrega al costo de la prenda, la cual desde que la compre ya era bastante cara.

Hay piezas y telas hermosas, que se arrugaran o requieren el lavado en seco y a las que quizá no nos podremos resistir pero personalmente seré más cautelosa en seleccionar las telas, no puedo estar gastando tanto en este servicio y tampoco pienso empezar a planchar. 

Quizá a muchos de ustedes su mamá les lava y plancha por eso ni les preocupa el tema, pero piensen un poquito en ella y compren ropa que no requiera cuidados muy especiales.